Inicio > Artículos > Perder Peso > De una vida sedentaria a una vida activa ¿Por donde empiezo?
Cuantas veces te has planteado comenzar a realizar actividad física para encontrarte mejor físicamente y mentalmente pero nunca sabes por donde comenzar y que actividad has de realizar.
Lo más importante para disfrutar de los
beneficios de una vida activa es conseguir ser constante, y ¿Cómo? os
preguntareis. La solución a esta cuestión es bien sencilla: aumentando
progresivamente la carga de entrenamiento para que nuestro cuerpo agradezca las
adaptaciones que vamos generando. Lo primordial es cambiar nuestro estilo de vida, levantándote del
sofá o de la silla , dejando el ordenador o la TV atrás, poniéndote tus zapatillas y ropa
deportiva consiguiendo así gozar de una
sesión de entrenamiento. Este es tu primer paso.

Los principales beneficios que obtenemos al hacer
ejercicio físico de tipo aeróbico y de forma constante , son los siguientes:
- Reducir los riesgos de enfermedades coronarias, evitar el desarrollo de hipertensión, control del colesterol y la diabetes.
- Favorecer el rendimiento intelectual, mejorar el riego sanguíneo del cerebro reduciendo así el riesgo de padecer Alzheimer.
- Mejorar el sistema inmunológico.
- Mejorar la autoestima y apartar la depresión.
- Disminuir la flacidez muscular.
- Aumentar el gasto calórico y conseguir junto con una dieta equilibrada producir un descenso del porcentaje de grasa.
- Menos riesgo de sufrir osteoporosis ya que el impacto que produce la actividad física promueve la acumulación de calcio en nuestro sistema y por lo tanto ganemos densidad ósea.
Si comienzas a tener una vida activa te
recomiendo las siguientes pautas:
- Caminar tres veces a la semana un mínimo de 30 minutos a una velocidad moderada percibiendo como tus pulsaciones se encuentran elevadas, esto lo podemos traducir en sentir que puedo mantener una pequeña conversación.
- Un día a la semana realizar estiramientos manteniendo la misma posición durante un tiempo prolongado (más de 20 segundos), teniendo especial énfasis en la respiración para permitir que tus músculos se relajen para aumentar rango de movimiento de tus articulaciones, de esta forma mejorar los desequilibrios musculares que son ocasionados por la falta de actividad física. Ten especial atención en la musculatura posterior del cuerpo, estos músculos suelen estar rígidos y a la vez débiles por su inactividad.
- Realizar un programa de entrenamiento enfocado a tonificar tu musculatura que deberá ser adaptado en función de tus objetivos, historial deportivo y médico,.
- Una vez finalizado el entrenamiento cardiovascular o de tonificación realiza estiramientos para que tu musculatura se relaje volviendo a la posición de origen.

Todas estas recomendaciones te ayudaran a mantener
un vida activa que te hará sentirte mejor físicamente y mentalmente. Recuerda que lo más importante es ser
constante y adecuar la carga de entrenamiento a tu condición física. Mi consejo
es que te marques pequeños objetivos a corto plazo con un pequeño grado de
exigencia, pero que sean alcanzables para cumplir tus objetivos a largo plazo.
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David Domínguez,
Licenciado en Ciencias de la Actividad
Física y el Deporte, INEFC-UB