Artritis reumatoide

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 Enfermedad de carácter crónico que produce inflamación sistemática en las articulaciones. Suele afectar a las articulaciones de forma simétrica de las manos y los pies.

 Se clasifica como una enfermedad autoinmunitaria, ya que el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error al tejido sano. La cápsula sinovial se inflama reduciendo el espacio interarticular produciendo una desalienación, deformación articular e incapacidad funcional.

 Afecta al 1% de la población Europea y Norteamericana. Las mujeres padecen dos o tres veces más que los hombres. Suele aparecer los primeros síntomas entre los 40 a 65 años.

 Las causas son desconocidas pero pueden ser por infecciones, genes o hormonas.

Síntomas:
  • Poliartritis inflamatoria simétrica.
  • Presencia de rigidez matutina aproximadamente durante una hora.
  • Dolor articular.
  • Aumento del diámetro articular.
  • Reducción del rango de movimiento.

 No hay curación para la artritis reumatoide pero se puede mejorar sus síntomas y retrasar el progreso de la enfermedad practicar actividad física, dejar de fumar y en caso de padecer obesidad perder peso. Además del cambio de estilo de vida los médicos recetan los fármacos necesarios.

Prescripción ejercicio para personas con artritis reumatoide

 Cuando se padece la fase aguda no se recomienda hacer ejercicio físico, una vez los síntomas desaparecen practicar actividad física con el objetivo de evitar la pérdida de rango de movimiento articular, debilidad muscular y pérdida de la vitalidad.

 El ejercicio físico ayuda a tener las articulaciones más liberadas y protegidas, ocasionando menos crisis de dolor. Se ha de adaptar e individualizar la prescripción de la actividad física a cada persona según el grado de artritis.

El ejercicio físico se debe centrar en:
  • Movilidad articular.
  • Flexibilidad.
  • Fuerza resistencia.
  • Resistencia aerobica.
Consideraciones:
  • Evitar realizar ejercicio a primeras horas de la mañana a consecuencia de la rigidez articular.
  • Evitar ejercicios de impacto.
  • Uso de bambas con cámara de amortiguación.
  • En caso de dolor en los pies usar plantillas ortopédicas de descarga en las zonas dolorosas.
  • Evitar mantener peso durante largos periodo de tiempo.

Los ácidos grasos omega-3 y ácidos gamma-linolénico pueden reducir el dolor y la rigidez.




David Domínguez,

Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, INEFC-UB